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Los
restos de Luis Padilla Gómez
Candidato
a la Beatitud
Por
el Pbro. Dr. Ramio Camacho.
La
señorita Luz Padilla, alma blanca, me honró
hace pocos días con su visita acompañada del
doctor Joaquín Ramos Santos y Catedrático de
la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Me trajo Luz algunos documentos relacionados
con los restos de su hermano Luis, uno de los mártires
de 1° de Abril de 1927.
A las
tres de la mañana del mencionado día, el Inspector
de Policía, Acompañado de cuarenta oficiales
secretos, escaló las ventas de las calles de Juárez,
cruzamiento con Molina, residencia de Luis. La sorpresa de
la mamá y hermana fue mayúscula. La policía
penetrado en el interior, aprendió al joven Padilla,
militante vigoroso de las filas católicas. Era entonces
Luis jefe del movimiento de la defensa de la libertad religiosa
en el Estado de Jalisco y Presidente de la ACJM de Guadalajara.
Después de besar a su mamá
y pedirle su bendición, fue conducido por los sicarios
al Cuartel Colorado. Se tuvo aún la desfachatez de
decir a la señora que no le pasaría nada a Luis,
que solamente se trataba de una investigación.
A eso
de las ocho de la mañana, la mamá y la hermana
fueron detenidas en la inspección de policías
y no volvieron a ver a Luis hasta las tres de la tarde, tendido
en uno de los corredores de dicha inspección (antes
Palacio Arzobispal). El mártir, que vestía traje
de verano blanco, compadecía como en Ecce Homo manchando
con su propia sangre por todo el cuerpo. El señor Solana
viéndole así, le cubrió con su propio
gabán o sobretodo.
Al cabo de veinticinco años de sepultado
en el Panteón Municipal de esta ciudad, en la cripta
de la familia Padilla Gómez, se procedió a la
exhumación de su cadáver, para trasladarlo a
la cripta de San Agustín. Era en punto de las doce
del día 9 de julio de 1952.
La señorita Luz, que contemplaba el
esqueleto, de repente vio aparecer como una estrellita en
el orificio del tiro de gracia. En seguida nuevas estrellitas
cubrieron todo el cráneo, hasta entenderse el fenómeno
a todos los huesos; de tal guisa, que la osamenta, quedo totalmente
brillante.
Luz preguntó estupefacta a un desenterrador:
-¿Qué es esto?- El interrogado incipientemente,
dijo: -Es el salitre...”.-
Los testigos oculares son de toda seriedad
y competencia .
Baltasar G. Valdivia, de la Funeraria de “El Carmen”
escribe: “En relación con las exumeraciones que
se hicieron de los señores Mercedes Gómez viuda
de Padilla, Ignacio Gómez Medina. Jacoba padilla viuda
de Peña y Luis padilla Gómez, solamente este
último resultó en toda la osamenta un brillo
o sea cristalizados los restos, cosas que ninguno de los otros
restos tenían” 8 Marzo 26 de 1953.
Y en otra declaración, observó
el mismo señor: “Los huesos con el sol y el aire
tomaron un brillo sobrenatural que no lo había visto
yo en ningunos otros restos”. Es de notar que don Baltasar
tienen muchos años en el oficio funerario.
La señorita Rosa Martínez:
“fue testigo ocular del fenómeno que se observó
en los restos del señor Luis Padilla Gómez,
que en el término de 10 minutos se cubrieron de un
brillo notable”, declaró con fecha de 25 de julio
de 1952.
La señora Luz González viuda
de Barba manifiesta (julio de 1952): “Estando los restos
exhumados y mientras se hacia la instalación en la
urna, vimos como todos los huesos estaban refulgentes, como
si estuvieran cubiertos de brillantitos”.
El joven Jorge Alberto Macedo P., agrega:
“Los restos de Luis estaban cubiertos de puntitos blancos
y luminosos”. (20 de agosto de 1952).
El licenciado José Ma. Partida, enfáticamente
escribe: “hago constar, que habiendo visto los restos
mortales del señor Luis Padilla Goméz, antes
de que se procediera a su reinhumación en la cripta
del templo de San Agustín, de esta ciudad, claramente
vi que el cráneo se veía cubierto de brillantes
o piedras, que al recibir los rayos del sol, hacían
que brillará intensamente, sería aproximadamente
dos minutos, el tiempo que observe los restos mencionados”
(30 de julio de 1952).
La Señorita Luz padilla se reservo
una vertebra. Sobre la cual dice el Dr. Rodolfo Reynaga Iñíguez:
“Observada detenidamente, se nota cristalizada tanto
en la superficie exterior como en la interior, cosa ésta
que no se observa en los huesos comunes y corrientes”.
Por el
mismo temor corre la declaración del Dr. Roberto Peña
González, profesor de la Facultad de Medicina de la
Universidad Autónoma de Guadalajra.
Dr. Joaquín Ramos Santos, suscribe
esta declaración: “Hago contar que el examen
de los restos del esqueleto que perteneció al señor
Luis Padilla G., presentan un brillo anormal. El estudio comparativo
se realizó con piezas que normalmente usan para la
exposición de su clase, los catedráticos de
la materia, y durante tres meses con huesos recientes exhumeraciones”.
El Ing. químico Luis E. Williams,
analizó uno de estos cristales y declara: “Químicamente
se obtuvieron reacciones positivas de los siguientes compuestos:
Manganeso, calcio, fosfatos, sulfatos y carbonatos... Los
cristales analizados no fueron solubles” (Agosto 14
de 1952).
Para el Ing. Fernando Leal V., los cristales
no tienen explicación científica satisfactoria
del fenómeno y de la naturaleza o tipo de cristalización”
(Agosto 24 de 1952).
Tengo para mí, que ha sido muchos
años profesor de química, que estamos ante un
fenómeno sobrenatural.
David
2da. Época Oct. 22 de 1954, Numero 27
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